Son pocos los viajeros que comprenden cuán vasto es el Bosque Eterno de los Niños. Si bien suele relacionarse con las altas montañas envueltas en neblina de Monteverde, esta reserva se prolonga hacia el norte del país, cubriendo un mosaico de estribaciones volcánicas, ríos y bosques nubosos que llegan hasta las verdes colinas que rodean el Hotel Chachagua Rainforest & Hot Springs.
En este punto, donde la reserva privada de Chachagua se une con los márgenes del Bosque Eterno de los Niños, la naturaleza se entrelaza de forma continua, dando vida a un corredor biológico que conecta áreas protegidas, brinda refugio a innumerables especies y mantiene el pulso vital desde las montañas hasta los ríos del llano. Este encuentro discreto representa uno de los tesoros ecológicos más valiosos de Costa Rica, y está al alcance directo de los huéspedes del Hotel Chachagua.
En el límite norte se ubica la Estación Pocosol, un acceso discreto y poco frecuentado al Bosque Eterno de los Niños. Este paraje oculto invita a descubrir la esencia de la reserva en su estado más puro, lejos de las aglomeraciones, pero lleno de encanto y maravilla natural.
Maravíllate con la Estación Pocosol
Para quienes disfrutan de las historias contadas a través de imágenes, los invitamos a descubrir este paisaje extraordinario antes de su visita. Disfruten nuestro breve video sobre la Estación Pocosol y déjense inspirar por sus senderos verdes, cascadas y colorida vida silvestre, a solo unos 16 kilómetros del Hotel Chachagua Rainforest.
Un legado vivo de conservación

Lo que hace extraordinario al Bosque Eterno de los Niños no es solo su magnitud —22.600 hectáreas, casi 56.000 acres—, sino la inspiradora historia que dio origen a su protección.
¿Has oído hablar de “niños salvando el bosque tropical”? Esta es la historia real. Desde finales de los años 80, niños y escuelas de distintos países han recaudado fondos para comprar y proteger este territorio, creando un movimiento global a favor de la conservación.
En la actualidad, el Bosque Eterno de los Niños se extiende a lo largo de siete zonas ecológicas, resguarda miles de especies y brinda apoyo a comunidades locales con acceso a agua pura y oportunidades sostenibles. Basta una mirada para comprender por qué es un verdadero santuario para la vida silvestre.
Sorprendentemente, esta única área protegida resguarda más del 3% de las mariposas de Costa Rica y casi el 5% de todas las especies de aves del planeta. En los bosques que rodean Chachagua, los visitantes se sumergen en uno de los destinos más fascinantes para la observación de aves en el norte del país, donde habitan momotos, colibríes, tucanes, tangaras, trogones, carpinteros y hasta aves rapaces que surcan el cielo sobre el bosque.
Para los viajeros, este santuario es un símbolo del triunfo de la conservación y una escuela viva de la naturaleza, donde se demuestra que cada pequeña acción, unida a un propósito mayor, tiene el poder de cambiarlo todo.
Estación Pocosol: un viaje panorámico desde Chachagua

Explorar el Bosque Eterno de los Niños desde Chachagua es una experiencia aún más especial cuando se realiza en una excursión guiada de un día hacia la Estación Pocosol, a unos 16 kilómetros de distancia. El recorrido en sí forma parte de la aventura.
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El trayecto atraviesa onduladas tierras agrícolas, laderas cubiertas de bosque y encantadoras comunidades rurales a orillas del valle del río Peñas Blancas, donde la naturaleza y la vida humana coexisten en equilibrio. Durante el recorrido, es común ver tucanes, garzas o un perezoso disfrutando tranquilamente del sol matutino junto al camino.
Al llegar a Pocosol, una red de más de 10 kilómetros de senderos invita a dejarse llevar por la curiosidad. Los caminos se adentran en el bosque lluvioso, entre árboles imponentes, hasta llegar a una tranquila laguna, cascadas que descienden entre rocas y pequeñas fumarolas geotérmicas que liberan vapor desde las entrañas de la tierra. En cada tramo, el canto de ranas, cigarras y aves envuelve a los visitantes, una melodía que revela la vitalidad del bosque.
El río Peñas Blancas, que atraviesa el corazón de la reserva, no solo nutre la vida a su paso. Sus aguas también generan energía limpia para las comunidades cercanas, un símbolo de equilibrio entre la fuerza de la naturaleza y la convivencia sostenible del ser humano con ella.
Para los amantes de la observación de aves, Pocosol es un verdadero paraíso. La combinación de altitud, microclimas y diversidad de hábitats atrae una asombrosa variedad de especies, desde colibríes y momotos hasta coloridas tangaras y tucanes. No es de extrañar que esta zona sea una de las favoritas de ornitólogos y fotógrafos de naturaleza.
Una experiencia en el Bosque Eterno de los Niños, diseñada para ti

Nos encargamos de que cada detalle de tu visita sea perfecto. Coordinamos el transporte pensando en tu comodidad, y nuestro equipo de concierge te guiará para elegir los mejores senderos y los momentos ideales del día para observar la vida silvestre.
Puedes complementar tu aventura con un café por la mañana en tu Master Bungalow, una tarde de aguas termales o una tranquila sesión de yoga al regresar al lodge. Así, tu día en el Bosque Eterno de los Niños se convierte en una experiencia verdaderamente renovadora.
Nuestros huéspedes suelen destacar la riqueza sensorial del bosque: el canto constante de aves e insectos, el aroma a tierra húmeda y flores tropicales, y los rayos de sol filtrándose entre las hojas, iluminando el dosel como si brillara desde dentro. En este entorno, tanto grandes como pequeños descubren que aprender es tan sencillo como dejarse llevar por lo que los rodea.
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Comprometidos con conservar y conectar
Cada encuentro con el Bosque Eterno de los Niños nos recuerda por qué existe Chachagua: para conectar a las personas con la riqueza natural y cultural de Costa Rica, y para preservar ese legado invaluable para las futuras generaciones.
Tu estadía en nuestra reserva privada y tu apoyo a actividades como la caminata a Pocosol contribuyen directamente a un modelo de turismo responsable, que protege estos bosques y permite que su biodiversidad continúe floreciendo en el tiempo.
¿Te animas a descubrir la magia del bosque tropical?

Hay un mundo por descubrir en el Bosque Eterno de los Niños, y estamos aquí para ayudarte a explorarlo. Déjalo en manos de nuestro concierge: organizamos tu excursión a Pocosol con todo lo necesario para que vivas una experiencia única e inolvidable.
Y al regresar, la aventura no termina. Como huésped, estás invitado a unirte a nuestras caminatas guiadas diarias, cortesía de Chachagua, donde nuestros guías te mostrarán las maravillas de la Reserva Privada de Bosque Tropical de Chachagua. Observa un tucán de cerca, sigue el camino de las hormigas cortadoras de hojas o detente a escuchar los sonidos del bosque: cada paso revela una nueva historia.
Planifica tu excursión con nuestro concierge, acompáñanos por los senderos de Chachagua y deja que el bosque tropical se convierta en parte de tu viaje.
¡Nos vemos pronto, rodeados de naturaleza!



