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Especies destacadas: monos aulladores en el bosque lluvioso de Chachagua

Escrito por Chachagua Rainforest. | 7/02/25 15:16

Si te detienes bajo los frondosos árboles del Hotel Chachagua, en Costa Rica, quizás logres oír uno de los llamados más potentes del mundo animal en tierra. Estos sonidos casi de otro mundo, que resuenan a través del bosque, pertenecen a los monos aulladores.

Los monos aulladores son una de las especies de primates más numerosas de Centroamérica y los más grandes del Nuevo Mundo. 

Haciendo honor a su nombre, los monos aulladores emiten una estruendosa vocalización que resuena a través del denso follaje del bosque, marcando su territorio, saludando al sol de la mañana y comunicándose con rivales lejanos. Las llamadas suenan como un fuerte ladrido o rugido, y se puede esperar oír a otros grupos aullar como respuesta.

En este artículo hablaremos de este emblemático habitante de la Reserva Chachagua.

Adaptado para la vida en las copas de los árboles

Los monos aulladores, pertenecientes al género Alouatta, están magistralmente adaptados para prosperar entre las copas de los árboles del bosque tropical. Estos mamíferos tienen una cola prensil que actúa como un brazo extra, lo que les permite agarrarse o colgarse de las ramas. 

Aunque pueden alimentarse de cualquier material vegetal, como frutas, frutos secos y flores, son principalmente folívoros y prefieren las hojas jóvenes por su dulzor y su bajo nivel de toxinas. Estas hojas también requieren menos energía para digerirlas, lo que resulta útil para una especie que pasa gran parte de su tiempo descansando.

La mayor parte del agua que consumen proviene directamente de los alimentos que ingieren, por lo que tienen aún menos necesidad de estar activos. De hecho, los monos aulladores son diurnos, pero solo se mueven o socializan unos 45 minutos al día, conservando su energía y descansando en las copas de los árboles entre comidas.

Un despertar como ningún otro

Después de una visita al Hotel Chachagua, la mayoría de los visitantes pueden imitar la llamada gutural del mono aullador, que tan a menudo se oye para marcar el comienzo y el final del día. 

Los monos aulladores de manto, conocidos en Costa Rica como mono congo, pueden llegar a pesar hasta 9 kilos y, por lo general, tienen un pelaje negro. También se distinguen por una franja de pelos largos de color marrón o dorado a lo largo de los costados y la espalda, que forma su característico manto.

A pesar de su estilo de vida relajado, sus vocalizaciones están lejos de ser suaves. Su hueso hioides, ubicado en la parte superior del cuello bajo la barbilla, es hueco, lo que les permite producir llamados que pueden escucharse a kilómetros de distancia, incluso a través del denso bosque lluvioso.

Además, poseen una laringe y una garganta de gran tamaño que se expanden hacia afuera, amplificando los profundos y resonantes aullidos de los machos, que pueden viajar hasta cinco kilómetros. Estos potentes sonidos recorren el bosque lluvioso de Chachagua al amanecer y al anochecer, delimitando los territorios entre grupos rivales.

Por otro lado, las hembras emiten fuertes gemidos o quejidos cuando están angustiadas o separadas de sus crías, aunque estos sonidos tienen un alcance mucho menor.

Vida social en el dosel

Los monos aulladores suelen vivir en grupos de entre cuatro y diecinueve miembros, ocupando territorios que van de 1 a 10 hectáreas. Tanto machos como hembras suelen abandonar su grupo antes de llegar a la edad adulta, por lo que los miembros de una tropa no suelen estar estrechamente emparentados.

En estas pequeñas comunidades, los aulladores pasan la mayor parte del día dormitando en las ramas, con frecuencia utilizando sus musculosas colas como apoyo. Este ritmo de vida lento se debe directamente a su dieta rica en hojas y a su necesidad de ahorrar energía. 

Guardianes del bosque

El bosque lluvioso de Chachagua ofrece un hábitat ideal para los monos aulladores, con una gran variedad de frutas y follaje que les proporcionan alimento. Además, estos primates desempeñan un papel crucial en el ecosistema como jardineros accidentales, dispersando semillas mientras se desplazan y contribuyendo a la regeneración del suelo del bosque.

Lamentablemente, la tala rasa y la deforestación en algunas zonas de Centroamérica han puesto en peligro a estos mamíferos esenciales, fragmentando su hábitat y obligándolos a trasladarse a áreas menos adecuadas.

Sin los monos aulladores para dispersar semillas, algunas partes del bosque lluvioso podrían tener dificultades para regenerarse, provocando un efecto en cadena en todo el ecosistema. Por ello, es fundamental proteger el bosque y las reservas naturales que lo resguardan.

Atendiendo el llamado del bosque

Al explorar el bosque lluvioso de Chachagua, ya sea en nuestra caminata guiada por la naturaleza o mientras disfrutas de las aguas termales naturales, mantén los oídos bien atentos al icónico rugido del mono aullador.

Avistar uno en las copas de los árboles puede ser una experiencia mágica, conectándote con la vibrante biodiversidad de Costa Rica. Además, puedes estar seguro de que cada momento de tu estancia con nosotros contribuye a la conservación y a prácticas sostenibles.

Es una sensación increíble saber que tus vacaciones de aventura también ayudan a proteger a estos guardianes vocales, asegurando que ¡continúen llenando el bosque lluvioso de Chachagua con sus inigualables llamados por muchas más generaciones!